Nuestra Visión

Creemos que hay un Dios, infinitamente perfecto y eterno en las personas del Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Creemos en la deidad de nuestro Señor Jesucristo, Su nacimiento virginal, Su vida sin pecado, Sus milagros, Su muerte expiatoria, a través de Su sangre derramada, Su resurrección corporal, Su ascensión a la diestra del Padre y Su regreso personal en poder y gloria.

Creemos en el ministerio presente del Espíritu Santo por cuya morada el cristiano está capacitado para vivir una vida piadosa.

Creemos que el Espíritu Santo proporciona uno o más dones espirituales a todos los creyentes, manifestándolos como Él quiere.

Creemos que todos los dones del Espíritu Santo están activos y en operación hoy.

Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios fidedigna e inspirada por el Espíritu Santo y que es eternamente confiable.

Creemos que la salvación es por gracia, mediante la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Creemos en la resurrección, tanto de los salvos como de los perdidos; los que se salvan para resurrección de vida y los que se pierden para resurrección de condenación.

Creemos en una iglesia mundial, que es el Cuerpo de Cristo.

Creemos que Cristo es la cabeza de la Iglesia.

Creemos que todos los que nacen de nuevo son miembros del Cuerpo de Cristo.

Creemos que el propósito de la iglesia es:

• Ofrecer adoración a Dios

• Compañerismo, ministerio y capacitar al cuerpo de Cristo

• Evangelizar y servir al mundo.

Creemos en el ministerio quíntuple, descrito en Efesios 4: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

Creemos en la unidad espiritual de los creyentes a través de nuestro Señor Jesucristo.

Creemos que un creyente debe ser bautizado en agua, por inmersión, en obediencia a nuestro Señor Jesucristo.

Creemos en la importancia de la participación frecuente en la Cena del Señor, divinamente instituida.

Creemos que un creyente debe congregarse regularmente como está ordenado en las Escrituras.

Creemos en el ministerio y la presencia de los ángeles, y en la realidad de un mundo espiritual, con fuerzas del bien y del mal en acción.

Creemos en la santidad de la vida humana y que la vida comienza en el momento de la concepción.

Creemos en la castidad para los hombres y mujeres cristianos solteros; y la santidad del matrimonio cristiano. Definimos el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

Creemos que por las llagas de Jesús, en su crucifixión, todos los que crean y lo reciban, reciben sanidad física.

Creemos que un creyente debe dedicar tiempo al crecimiento espiritual personal mediante la lectura de las Escrituras, la comunicación con Dios a través de la oración y la adoración.